*entre sueños*
Fírmame el documento.
Fírmame esta. (Y apuntó al bulto en sus pantalones.)
Creo que alguna vez existí en sus sueños, lo creo porque una noche se despertó desesperado con deseo recorriendo sus venas y me despertó con susurros de mi nombre. Las vocales se desvanecían por la voz ronca, pero las consonantes golpearon mis oídos. Creo que le seguí el juego a media noche y desde esa noche me clavé la idea de que soñaba conmigo, de que yo realmente existía para el. Pero como ahora no sueña ni tampoco interrumpe mi sueño con gemidos disipados entre las sábanas ni como saberlo. Me quedan los rasguños en la espalda, la cadera un poco más ancha y estas ganas de abrazarlo aún sabiendo que al otro extremo de la cama se encuentra el, con esos sueños ocultos, las venas con deseo dormido y la voz ronca esperando ser un poco menos tímida.