Supondré que me lo merezco, que mas da si no es así.
Me siento como una nena pequeña a la cual le quitaron un dulce.
Casi creo que fue así.
Pero no me queda mas que cumplir mi parte, y recibir la suya.
No sé si pueda, es decir, lo he prometido muchas veces y he renunciado el mismo numero.
Ahora, como se lo voy a cumplir a un desconocido.
Bien, como se lo voy a cumplir a el.
Tengo demasiadas cosas en que pensar y el solo me agrega cosas a la lista.
No sé como ponerle orden a mi mente, y es un poco desesperante.
Creo que deberia de calmarme, y comenzar desde cero.
No importa, creo.
En fin, desde que tengo memoria me he dado cuenta de que no tengo porque ponerle orden a las cosas si a fin de cuentas termino haciendo todas.
Igual y en ese lapso de tiempo termino siendo una enredadera, llena de dudas y abrumada.
Pero capaz que siempre he sido asi.
Me resulta terriblemente familiar el hecho de no cambiar por tanto tiempo.
A lo mejor solo trato de negarme.
Me voy, el cielo se me esta cayendo encima.
O simplemente estoy exagerando.